EVOCACIÓN ( Juan Ramón Jiménez): Un ejemplo de "evocación" y lenguaje poético: "Nada", de Zoé




En la clase anterior, hablamos de cómo los autores modernistas siguen las corrientes francesas traídas a España por Rubén Darío. El simbolismo francés había profundizado en el poder evocador de la palabra. La poesía pura de Juan Ramón Jiménez pretende lo mismo: rescatar la palabra, recuperar su significado, su esencia. Una vez recuperado su sentido primitivo, la palabra nombra una idea, un objeto, una sensación, y ese concepto se materializa en el poema y en la mente del autor y del lector. Se produce una especie de comunión entre ambos, y todo a partir del significado que ambos comparten. En su libro Piedra y cielo(1917), Juan Ramón Jiménez concentra el concepto de la poesía desnuda en este poema:
                 ¡No le toques ya más, 
                 que así es la rosa!

Me gustaría que pudierais entender y compartir esta idea y para ello os propongo un pequeño ejercicio en el que comprobéis por vosotros mismos el poder evocador de la palabra y su transformación en el lenguaje poético. Para ello, he elegido un texto actual distinto a los que usamos en el aula.
El ejercicio que os propongo consiste en lo siguiente:
1. Lee estas palabras y suma las ideas que aportan. Te formarás una idea global, cada uno la suya, pero todos podremos ver la línea que siguen.

TRANSFUSIÓN
RIMMEL
TATOO
TRAGOS

TELEVISIÓN
REVÓLVER

NADA
OSCURIDAD



Como veis, la suma de sustantivos provocan la aparición en nuestra mente  de una serie de significados que relacionamos entre sí. En eso consiste hacer uso de la evocación como proceso de creación. La suma de transfusión, rimmel, tatoo, tragos, televisión, revólver, nada, oscuridad, nos aporta significados para configurar una historia, o unas sensaciones definidas a partir de nuestro conocimiento de la realidad. Todos compartimos sensaciones de negatividad y decadencia.


2. Manteniendo la idea que nos evocan estas palabras, veamos ahora cómo se relacionan en el lenguaje poético, y cómo se matizan a a través de la metáfora:



TRANSFUSIÓN  de magia pura para el corazón,
RIMMEL  de miel  pa(ra) corregir la tristeza.
TATOO mental  para marcarse la imaginación,
TRAGOS de luz para alegrarse la vida.

TELEVISIÓN para borrarse de la transmisión,
REVÓLVER sexual para la ruleta rusa.

Y no sé tú, ni qué dirás, 
pero no hay 
NADA o mucho en qué pensar. 
La OSCURIDAD 
me acecha incrédula.

3. El sentido del texto puede transformarse con un cierre que retome la palabra nada, que es el título, y la modifique con un nuevo contexto, lleno también de recursos (anáfora, antítesis, paralelismos, elipsis):


Nada que pueda perder,
Nada que no pueda hacer,
Algo que te alivie,
Algo que me cure.

(No hay nada que pueda perder
Que no pueda hacer, que no pueda amar, que pueda soñar) 


El último verso deja abierta una nueva imagen con la doble negación: No hay nada que no pueda hacer = puedo hacerlo todo (también amar y soñar). Una esperanza para el cierre.

[Es una canción de un grupo mejicano de rock alternativo, Zoé.    

Si queréis escucharla, podéis elegir entre la sesión de grabación(la original),   la versión con colaboración de Enrique  Bumbury (la que mejor suena),  la acústica en directo. ]

POESÍA PURA. Copio la definición que aparece en Kalipedia:

" La poesía pura consiste en la búsqueda de la palabra exacta, en la eliminación de lo accesorio. La belleza no reside en la ornamentación de las cosas, sino en la cosa misma.

A través de la precisión de la palabra, la poesía aspira a transmitir las más complejas realidades del alma. De este modo, la expresión de Juan Ramón es cada vez más hermética y abstracta y exige un gran esfuerzo intelectual para ser interpretada. El propio autor era consciente de ello y renuncia a llegar a todos; así, dedica su obra «a la minoría, siempre».

Esta forma de concebir la poesía es asimilada por algunos de los poetas del 27."


Volvamos al campo de la evocación como proceso de creación en la poesía desnuda o poesía pura. Haciendo el mismo ejercicio, sumemos los significados de las siguientes palabras:

LUZ
MAÑANA
ALEGRÍA
JARDÍN

LA ROSA.

Ahora es muy distinta la sensación, ¿verdad? Cada lector aporta su propia experiencia vital para relacionar los conceptos. Autor y lector crean juntos una imagen. 

Juan Ramón Jiménez,  en su segunda etapa poética, la de la poesía pura, escribe:
 "¡Intelijencia, dame 
el nombre exacto de las cosas!"

Y quiere que el poema no se llene de palabras vanas, quiere solo el concepto y que la palabra evoque su esencia plena. De eso se trata.
Este es el poema completo:

"¡Inteligencia, dame

el nombre exacto de las cosas! 
... Que mi palabra sea
la cosa misma,
creada por mi alma nuevamente. 
Que por mí vayan todos
los que no las conocen, a las cosas; 
que por mí vayan todos
los que ya las olvidan, a las cosas; 
que por mí vayan todos
los mismos que las aman, a las cosas...
¡Intelijencia, dame
el nombre exacto; y tuyo, 
y suyo, y mío, de las cosas!"


Se nombra la esencia:

"Mi corazón recogerá tu rosa,
sobre mis ojos se echará tu brisa,
tu luz se dormirá sobre mi frente..." 
                               (de Primavera)

Esa es la intención y el proceso.

Espero que os sirva para interpretar la lectura de la antología de Juan Ramón Jiménez. Él sabía que no era fácil, pero sabía también que los que supieran leer sus poemas, los disfrutarían de otro modo. Escribe en un proceso obsesivo de perfección y búsqueda de la esencia de las palabras para su "minoría". 
Y nos afanamos por compartir su propuesta, pero - no sé si le gustaría saberlo- cualquier lector puede disfrutar de su lectura por sus imágenes, su musicalidad, sus visiones del paisaje, su mar eterno, o la belleza de la rosa. Es poesía.








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